Buenos días,
Venimos hoy con una receta de esas calentitas y de plato único que se agradecen tanto en los días fríos de invierno. Os va a encantar
Ingredientes (5 personas)
-1kg de calamares (los míos eran frescos, podéis usar congelados pero no es lo mismo)
-1,5 kg de patatas
-1 litro de caldo de pescado
-1 cebolla
-2 dientes de ajo
-2 tomates
-Pimiento morrón o del piquillo al gusto
-Pimentón dulce
-1o2 cayenas
-1 vaso de vino blanco
-Aceite de oliva
-Pimienta
Lo primero es limpiar los calamares. Es un poquillo engorroso pero no es difícil, mirad:
Cogemos por la cabeza y tiramos para separar ambas partes, yo apoyo el canto del cuchillo en la pluma (el pseudo-esqueleto que parece plástico que tiene el calamar) y tiro hacia ambos lados. Hay que tener cuidado de que no quede nada dentro, uno de los míos venía con una sardinilla y todo!
Después recortamos las aletas pues quedan duras y menos sabrosas. También cortamos la cabeza aproximadamente 1 cm por encima de los ojos para quedarnos con esos exquisitos rabillos. En general les quito la piel pero para esta receta la he mantenido porque le da color y sabor.
Repetimos la operación para todos los calamares.
Y una vez hecho esto, vamos lavando con agua fría uno por uno debajo del grifo. Los escurrimos y los cortamos.
Ponemos un chorro de aceite en una cazuela y cuando esté humeante, añadimos los calamares.
Los tenemos 45 segundos, no más! Si lo tuviéramos más, el calamar se endurecería y sería muy difícil volver a ablandarlo. Retiramos y reservamos.
Y vamos con el sofrito:
Cebolla y ajo cortaditos y a la cazuela. Punto de sal y pimienta.
Cuando transparente la cebolla añadimos el pimiento.
Y tras 3o 4 minutos el pimentón dulce. Dejamos tostar un minutito y añadimos el tomate bien picado o rallado si podéis.
Lo dejáis reducir a fuego medio hasta que quede así.
Añadimos el vino blanco.
Y dejamos que evapore.
Reincorporamos el calamar.
Añadimos el caldo y subimos el fuego.
Dejamos que hierva y retiramos la espuma que salga en la superficie.
Dejamos cocer 20 minutos y añadimos las patatas. Lo mejor es ir "arrancando" trozos de la patata, en vez de cortarla, es decir, metemos el cuchillo hasta la mitad y tiramos. Así soltarán el almidón y quedará más espesito.
Probamos de sal, rectificamos si es necesario y dejamos cocer hasta que estén las patatas. Aquí a medias.
Y cuando las patatas estén blanditas y no ofrezcan resistencia al cuchillo estará listo para servir.
TRUCO! Si no ha espesado el caldo, coged un par de patatas, machacadlas con un tenedor y volved a añadirlas, revolvéis y listo.
Servimos en plato hondo y espolvoreamos con perejil fresco picado (si tenéis). Creedme que la foto no le hace justicia.
Y desde cerca.
Espero que os guste! Un saludo
Gracias por la receta, estaba espectacular!!
ResponderEliminarGracias por la receta, estaba buenísimooo...
ResponderEliminarBueniiiisimo, si sigo cocinando así mi mujer me pide matrimonio seguro,
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